Comunicado de prensa

Epidemia oculta del consumo de drogas entre las personas de edad se puso en relieve en el informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes

26 marzo 2021

En su informe anual de 2020, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes:

  • puso en relieve una epidemia oculta: el consumo de Drogas entre las personas de edad;
  • examina el impacto de la pandemia de COVID-19 en la disponibilidad de medicinas, servicios de tratamiento para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias, y en el mercado ilícito de drogas;
  • expresa preocupación por el número de muertes por sobredosis de metanfetamina y opioides sintéticos y por los acontecimientos recientes en el uso de cannabis con fines no médicos;
  • señala su continua preocupación por el alto nivel de producción ilícita de opio en Afganistán en 2020;
  • exhorta a los Gobiernos a aplicar respuestas proporcionales a la conducta delictiva relacionada con las drogas basadas en el estado de derecho y los derechos humanos;
  • destaca el 60º aniversario de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes y el 50º aniversario del Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971 con un informe especial que enfatiza la necesidad de una implementación universal.

En el momento de mayor demanda de medicamentos fiscalizados debido a la pandemia de COVID-19, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) advierte sobre 'una epidemia oculta: el consumo de drogas entre las personas mayores' y el daño que la pandemia ha causado a la salud y el bienestar de este grupo de población.

En su Informe Anual publicado hoy, la JIFE destaca que a medida que la población mundial envejece, existe una mayor vulnerabilidad al consumo de drogas y la drogodependencia entre las personas mayores. El consumo de sustancias y los trastornos relacionados entre la población de edad han aumentado en los últimos años, pero este grupo demográfico se ha pasado por alto en gran medida. La JIFE pide a los gobiernos que se concentren en el consumo de drogas entre las personas mayores y extiendan e integren el apoyo para ayudar a revertir esta alarmante tendencia.

La JIFE expresa preocupación por el efecto negativo de la pandemia de COVID-19 en la cadena mundial de suministro de medicamentos. Las medidas gubernamentales destinadas a frenar la propagación del virus provocaron una escasez de algunas sustancias fiscalizadas con fines médicos y científicos. La creciente demanda para el tratamiento de pacientes con COVID-19 incrementó esta escasez e interrumpió el tratamiento y otros servicios relacionados con la salud.

La JIFE enfatiza que las personas con problemas de salud mental y trastornos por consumo de sustancias se han visto particularmente afectadas por la pandemia de COVID-19. Las restricciones de movilidad y el aislamiento social han impuesto una mayor presión a las personas con problemas de salud mental y consumo de sustancias y, en ocasiones, han empeorado los trastornos.

El presidente de la JIFE, Cornelis de Joncheere, dijo: “En un momento en que los recursos ya están sometidos a gran presión, no puede relegarse a las personas afectadas por trastornos por consumo de sustancias. La JIFE insta a los Gobiernos a asegurar que sigan prestándose servicios de prevención, tratamiento y rehabilitación."

La JIFE expresa preocupación por el elevado número de muertes por sobredosis de drogas, especialmente relacionadas con el fentanilo y la metanfetamina. La JIFE señala que la pandemia de COVID-19 ha agravado el problema.

La JIFE sigue preocupada por las medidas adoptadas por algunos gobiernos para legalizar el cannabis con fines no médicos y reitera la necesidad de que los Estados tomen medidas que limiten la producción, fabricación y comercio de cannabis con fines médicos y científicos.

Una epidemia oculta: el consumo de drogas entre las personas de edad

A medida que la población mundial envejece, también ha aumentado el número de personas mayores con trastornos por consumo de drogas. Los datos han demostrado un aumento del uso de analgésicos, tranquilizantes, benzodiazepinas y sedantes por parte de las personas de edad durante la última década. Sin embargo, las encuestas sobre el consumo de drogas han pasado por alto en gran medida a las personas mayores de 65 años. Las personas mayores con problemas de uso de sustancias también enfrentan desafíos únicos relacionados con la edad, incluido el aislamiento o los desafíos físicos. La JIFE recomienda aumentar la investigación sobre los trastornos por consumo de drogas entre las personas mayores como un primer paso para contrarrestar esta peligrosa tendencia y pide a los gobiernos que mejoren el acceso a los servicios de salud y tratamiento necesarios diseñados para este grupo de población.

Cornelis de Joncheere dijo: “La pandemia ha tenido un efecto desproporcionado en el bienestar de las personas de edad. Sin embargo, también existe una epidemia oculta de consumo de drogas que afecta a este grupo de población. El consumo de drogas y las muertes relacionadas con las drogas han ido en aumento entre las personas de edad, como también se ha ido incrementando el número de personas de edad que reciben tratamiento por problemas de consumo de drogas”.

Impacto de la pandemia COVID-19 en el acceso a suministro de medicamentos

La pandemia de COVID-19 ha aumentado la demanda de algunos medicamentos sujetos a fiscalización. Al mismo tiempo, confinamientos, los cierres de fronteras y las medidas de distanciamiento físico han interrumpido la cadena mundial de suministro de medicamentos. Esto no solo ha interrumpido la fabricación y la logística de ingredientes farmacéuticos clave, sino que también ha afectado los servicios relacionados con la salud y el acceso a los medicamentos, incluso para las personas con problemas de salud mental y trastornos por consumo de sustancias.

El aumento en la demanda de medicamentos necesarios para el tratamiento de pacientes con COVID-19 redujo aún más la disponibilidad de algunos medicamentos que contienen sustancias fiscalizadas. Para hacer frente a la reducción de la oferta y el aumento de la demanda, algunos países establecieron medidas de contingencia, lo que a su vez provocó la escasez en otros países de ciertos medicamentos. La JIFE recomienda que los países revisen su demanda prevista de medicamentos que contengan sustancias fiscalizadas y simplifiquen los requisitos administrativos y logísticos. La JIFE pide a todos los gobiernos que garanticen el acceso continuo a los servicios de prevención y tratamiento para las personas con problemas de salud mental y trastornos por consumo de sustancias.

Cornelis de Joncheere dijo: “Todavía no hemos visto la totalidad de los efectos de la pandemia de COVID-19 en la salud mental y es necesario mejorar los servicios de prevención y tratamiento con base empírica a fin de evitar un incremento en los trastornos por consumo de drogas y los problemas de salud mental. Es una responsabilidad que todos compartimos. Para reconstruir con miras a mejorar tras los desafíos sin precedentes de 2020 y garantizar el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es necesario que la comunidad internacional trabaje con más ahínco y de manera más inteligente.”

Impacto de la pandemia de COVID-19 en el tráfico ilícito de drogas

Las restricciones a los viajes y otras medidas de distanciamiento físico puestas en marcha para combatir la propagación de COVID-19 han influido en los mercados de drogas ilícitas. Esto aparentemente ha resultado en la disminución de la disponibilidad de algunas drogas y el aumento de los precios en el mercado ilícito. Asimismo, hay indicios que la pureza de los suministros locales de drogas ilícitas ha disminuido y se están utilizando adulterantes como el fentanilo, lo que aumenta las tasas de sobredosis.

La JIFE informa del crecimiento del tráfico de drogas en línea mediante comunicaciones cifradas por parte del crimen organizado. Los mercados de la web abierta y de la Internet oscura, los medios sociales y los foros en línea están desempeñando un papel más destacado entre los consumidores para abastecerse de drogas. Este desarrollo plantea desafíos adicionales para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. La JIFE reitera la importancia de cumplir sus obli­gaciones en virtud de los tratados de fiscalización internacional de drogas y alienta a los Estados a que atiendan a los vínculos entre los delitos relacionados con las drogas y otras formas de delincuencia organizada

La JIFE se compromete a cooperar estrechamente apoyando a los Gobiernos, ya sea directamente o mediante sus programas de desarrollo de capacidades, que incluye a INCB Learning y al Programa Mundial de Interceptación Rápida de Sustancias Peligrosas (Programa GRIDS) e insta a los Gobiernos a que apliquen plenamente las recomendaciones contenidas en los informes de 2020 en beneficio de sus comunidades.

La producción ilícita de opio en el Afganistán siguió siendo elevada

La producción de opio en el Afganistán se mantuvo alta en 2019 y Afganistán representó casi el 84% de la producción mundial de opio en los últimos cinco años. Además, no hay indicios de que haya disminuido la oferta de heroína de origen afgano en los mercados de consumo del planeta. La JIFE sigue preocupada por el deterioro de la situación de la fiscalización de drogas en el Afganistán, y mantiene un estrecho diálogo con el Gobierno de conformidad con los artículos 14 y 14 bis de la Convención Única sobre Estupefacientes y pide a la comunidad internacional que proporcione asistencia técnica o financiera en apoyo de las medidas de fiscalización de drogas en el país.

Cornelis de Joncheere expresó: “Si no se enfrentan todos los aspectos del cultivo y la producción ilícitos de drogas, el tráfico de drogas, el consumo de drogas y los trastornos por consumo de drogas en el Afganistán, es poco probable que los esfuerzos de desarrollo más amplios centrados en el desarrollo sostenible, la prosperidad y la paz en el país sean eficaces”.

La JIFE exhorta a los gobiernos a aplicar respuestas proporcionales a los delitos relacionados con las drogas basadas en el estado de derecho y los derechos humanos

La JIFE sigue exhortando a los Gobiernos a que apliquen los tratados de fiscalización internacional de drogas respetando plenamente el estado de derecho y las normas de derechos humanos. Las estrategias deberían basarse en el principio de proporcionalidad en la determinación de las respuestas a los delitos relacionados con las drogas y en el respeto de los derechos humanos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cornelis de Joncheere dijo: "El tráfico de drogas y la violencia relacionada con las drogas deben enfrentarse con medidas amplias y equilibradas y las respuestas a la conducta delictiva relacionada con las drogas deben ser proporcionales y respetar los derechos humanos y el estado de derecho”.

60º y 50º aniversarios de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes y el Convenio de 1971 sobre Sustancias Sicotrópicas

La JIFE celebra los aniversarios 60 y 50 de las dos Convenciones de fiscalización de drogas con un informe especial en el que se revisan sus logros y se destacan los desafíos que enfrenta la comunidad internacional en la actualidad. Desde sus inicios, se ha logrado una adhesión casi universal, ya que casi todos los Estados miembros son partes de los tratados en la actualidad.

La JIFE reconoce que uno de los principales desafíos para los Estados a la hora de cumplir sus obligaciones en virtud de los tratados es lograr el equilibrio entre garantizar la disponibilidad de los medicamentos fiscalizados necesarios desde el punto de vista médico y prevenir el abuso, la producción ilegal y el tráfico.

La JIFE pone de relieve que, en la lucha contra la delincuencia relacionada con las drogas, las respuestas del gobierno siempre deben ser proporcionales y abordadas a través del sistema oficial de justicia penal en consonancia con la Declaración Universal de Derechos Humanos.

* *** *

Para obtener más información, póngase en contacto con:

  INCB Secretariat 

(+43-1) 26060 4163

incb.secretariat[at]un.org  

www.incb.org

Imagen de Mario Naranjo, Oficial de Comunicación de la Coordinadora Residente

Mario Naranjo

OCR
(Oficina de la Coordinadora Residente) Oficial de Comunicaciones y Promoción

Entidades de la ONU involucradas en esta iniciativa

ONU
Naciones Unidas
UNODC
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito

Objetivos que estamos apoyando mediante esta iniciativa