Niños de Carchi y Santa Elena recibirán alimentación saludable
16 abril 2024
Serán 4 511 los niños que se beneficiarán en zonas con alta índices de malnutrición y pobreza en las provincias de Carchi y Santa Elena
El pasado 12 de abril se llevó a cabo en Quito el encuentro protocolar para la entrega formal de la donación de USD 450 000 que realizó la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, con el fin de mejorar la nutrición de miles de niños y niñas de zonas rurales de Ecuador.
Se trata de un proyecto que se centrará en 4 511 niños de los niveles preescolar, primaria y secundaria en zonas con alta prevalencia de malnutrición y pobreza en las provincias de Carchi y Santa Elena. Todos ellos recibirán alimentos nutritivos y saludables, y se beneficiarán de actividades de nutrición, salud e higiene, para promover hábitos saludables. Adicionalmente, se trabajará en la implementación de buenas prácticas de almacenamiento y manipulación de alimentos, así como en el apoyo a las comunidades para fortalecer la alimentación escolar. Esta alianza surge ante la alta tasa de desnutrición crónica infantil que alcanza el 23% en Ecuador, la segunda más alta en América Latina y el Caribe.
Específicamente en Santa Elena, el 35,4% de los niños entre 5 y 11 años presenta problemas de desnutrición. Dado que esto amenaza la salud de los niños y su desarrollo en diferentes aspectos, las instituciones se unen para mejorar el bienestar y la salud de ellos.
El Programa Mundial de Alimentos ha estado en Ecuador desde 1964, apoyando la reducción del riesgo de desastres, la asistencia humanitaria y la protección social, así como la nutrición y promoción de sistemas alimentarios sostenibles. Impulsado por la pasión, la dedicación y el profesionalismo de más de 23 000 funcionarios en todo el mundo, el Programa Mundial de Alimentos lleva alimentos que salva y cambia vidas. Por su parte la Iglesia de Jesucristo tiene proyectos humanitarios en 190 países y territorios.
A nivel regional WFP recibe un aporte aproximado de 5 millones de dólares dirigidos principalmente a ayudar a población vulnerable en el corto y largo plazo para lograr un mundo con hambre cero.