Un refugio de paz para los niños y niñas en Esmeraldas
En el Espacio de Apoyo Integral de UNICEF, los niños, niñas y adolescentes pueden jugar, aprender y estar protegidos.
Janel, una niña de 3 meses, duerme imperturbable pese al ruido y la humedad de la ciudad de Esmeraldas, donde las temperaturas llegan a los 32°C. Cerca, su hermano Gabriel, de 4 años, salta sobre la alfombra de espuma y ríe a borbotones. A su lado, Nayeli, de un año, juega con un rompecabezas. Ellos están bajo el cuidado de Ruth Peña, parvularia del Espacio de Apoyo Integral de Esmeraldas (EAI), donde los niños, niñas y adolescentes pueden jugar, aprender y recibir cuidado.
El EAI es una iniciativa de UNICEF implementada por varias organizaciones. Tiene la capacidad de recibir a 120 personas a la vez, con espacios pensados en los niños, niñas, adolescentes y sus familias. Mientras las madres pueden alimentar a sus hijos en la sala de lactancia materna, los niños pueden descubrir un libro en las áreas de lectura y otros juegan en la sala lúdica. Además, aquí hay talleres de formación musical, baile, artes plásticas, derechos sexuales y reproductivos, orientación psicológica y asesoría legal para familias migrantes.
Al cruzar la puerta del EAI, quedan atrás el sonido del tráfico, la música y las voces de la calle. Adentro, hay calma. Al preguntar a los niños, niñas y adolescentes qué es lo que más les gusta del espacio, la mayoría destaca la sensación de “protección”.
Esto es aún más importante en Ecuador, donde la percepción de inseguridad ha aumentado y hoy es considerado el país menos seguro de América Latina. Aquí, la tasa de homicidios de niños y adolescentes se multiplicó por siete en los últimos cuatro años1. En Esmeraldas, los asesinatos se cuadruplicaron en los últimos tres años.
“Queremos que los niños y niñas estén aquí, seguros física y mentalmente, seguros en sus emociones, que puedan estar tranquilos, que puedan vivir y soñar”, dice José Luis Guerra, Oficial de Protección Infantil de UNICEF en Ecuador.
Aquí trabajan psicólogos, trabajadores sociales, abogados, artistas y una serie de profesionales de la comunidad. En el EAI, UNICEF busca tejer redes de protección a la infancia con los diferentes actores de la sociedad, por ello funciona en sinergia con el Municipio de Esmeraldas, el Ministerio de Inclusión Económica y Social, el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo, ACNUR y otras instituciones que se suman para brindar atención a los niños, niñas y adolescentes vulnerables en un solo lugar.
Hacer amigos, crear, danzar, ¡ser niños!
Jamileth, de 10 años, está sentada junto a otros niños en una sala donde hay mesas, una piscina de bolas, hula-hulas, cuentos y otros juguetes. Es el Espacio Amigable para la Niñez. Dibuja corazones, estrellas y olas de colores. Vive cerca de la playa pero rara vez la frecuenta. Tampoco va al parque. "Por la situación", susurra mientras escribe con un crayón rojo la palabra "amigos".
Desde que el EAI abrió sus puertas, en septiembre de 2023, Jamileth ha hecho varios amigos. Entre ellos, los hermanos Santiago, de 12 años, y Kristen, de 10. Tienen la voz bajita y los ojos atentos. Él toca el saxofón y ella baila. Ambos aprovechan cada oportunidad para mencionar con orgullo a su abuelo músico. Su vena artística los motiva a asistir al espacio.
A Kristen, sin embargo, le gustaría que el EAI tuviera resbaladeras como las de un parque infantil al aire libre. "Para tener recreos", dice. En las zonas más golpeadas por la violencia, cada vez hay menos niños en los espacios donde deberían estar jugando, y algunas escuelas permanecen cerradas. Por ello, las familias buscan alternativas para la recreación y el aprendizaje.
Esta tarde en el EAI suena la marimba, el ritmo tradicional de los afroecuatorianos. Un grupo de seis niñas, de entre 10 y 12 años, practican descalzas una coreografía esmeraldeña. El aleteo de las faldas largas y coloridas las refresca. Diana Cuero, la maestra, aplaude y zapatea acentuando el ritmo. Grita "levanten la cabeza" y las niñas se yerguen hacia el cielo.
Un lugar para retomar los sueños
En la sala de estudio, Alejandra, de 19 años, y Mary, de 15, con pluma en mano, rinden una evaluación escolar. Ellas participan en el programa de inclusión educativa para adolescentes embarazadas y madres. Este proyecto facilita el retorno escolar de chicas que tuvieron que abandonar la escuela y dedicarse a sus hijos.
La docente del Espacio de Apoyo Integral las espera con paciencia. Las jóvenes sacuden los pies debajo de las mesas y se frotan las manos. Una de ellas levanta la mirada, atenta a lo que sucede al otro extremo del edificio. Minutos atrás, las adolescentes dejaron a sus hijos Janel, Gabriel y Nayeli, bajo el cuidado de la parvularia mientras ellas estudian.
“Aquí me la cuidan muy bien (a mi hija), están pendientes de si comió, si está hecha el pañal. Tienen experiencia. Ahora la niña es más sociable”, dice Mary, una joven venezolana que dejó la escuela tras quedar embarazada a los 13 años. Desde que asiste al programa de UNICEF, su sueño de ser abogada y tener una pastelería ya no parece imposible.
"Cuando llegué al espacio tenía miedo de que me juzguen, como me juzgan en todo lado", dice Mary, que ahora tiene 15 años. Los prejuicios son uno de los desafíos que enfrentan las madres adolescentes en Esmeraldas. Solo en 2022, 161 niñas menores de 15 años se convirtieron en madres en esta provincia. Mientras que 2.408 adolescentes de entre 15 y 19 años dieron a luz en ese año2.
La discriminación contra madres adolescentes suele manifestarse también en el salón de clases. Francisco Salazar, coordinador nacional del programa en DYA, socio implementador de UNICEF, recuerda el caso de una maestra que le cerró la puerta de su clase a una alumna que se presentó con su bebé en brazos.
Él llegó a Esmeraldas para replicar este programa de UNICEF que también se implementa en Guayaquil, Machala, Lago Agrio y Tulcán. Como parte de su metodología, los trabajadores sociales y docentes, guiados por los líderes y lideresas de la comunidad, recorren los barrios más vulnerables para identificar a chicas que hayan abandonado sus estudios.
El 43,6 por ciento del total de casos de abandono escolar entre estudiantes de 12 y 17 años se debe a la falta de recursos económicos3. Para las mujeres, una de las principales causas es el embarazo a temprana edad. En otros casos, se debe a la oposición de sus parejas, que pueden doblar la edad a las adolescentes y estar ejerciendo una relación de poder, según Salazar. Por eso el abordaje es integral y el trabajo, complejo.
Las adolescentes culminan su evaluación. Mary se acomoda el flequillo rizado detrás de la oreja, agarra su mochila y cruza el pasillo en busca de su bebé. En la sala de primera infancia se reencuentra con su hija Nayeli, que gatea tras una pelota. Ahí también están el incansable Gabriel y su hermanita Janel, que ha despertado con hambre y ya está en el regazo de Alejandra, su madre.
Mary se despide, ya es mediodía y debe cocinar. Con el bebé en brazos, cruza la puerta hacia la calle y su figura se evapora en el calor de Esmeraldas. El chasquido alegre de sus sandalias hace eco mientras camina cuesta arriba con la semilla de un futuro mejor.
En Ecuador, UNICEF cuenta con tres Espacios de Apoyo Integral en Tulcán, Manta y Esmeraldas. Este último está administrado en coordinación con el Municipio de Esmeraldas y gracias al apoyo de donantes en Ecuador y del Buró de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos (BPRM)
Referencia:
1Ministerio del Interior del Ecuador. Indicadores de Seguridad Ciudadana. Homicidios Dolosos.
2Fuentes: INEC, Proyecciones de población, 2023. INEC, ENEMDU Acumulada, 2022. INEC, Registro Nacidos Vivos, 2022.
3Fuentes: INEC, ENEMDU Anual, 2022. MIES y MINEDUC, Registros Administrativos, 2023.