Mensaje del Secretario General con motivo del Día de la Mujer: la brecha de poder entre los géneros
08 marzo 2020
En los últimos decenios los derechos de las mujeres han experimentado progresos considerables que van desde la abolición de leyes discriminatorias hasta el aumento del número de niñas escolarizadas. Sin embargo, en este momento estamos presenciando un fuerte retroceso. Las protecciones jurídicas contra la violación y el maltrato doméstico se están diluyendo en algunos países; los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están bajo amenaza.
Todo ello se debe a que la igualdad de género es, fundamentalmente, una cuestión de poder. Siglos de discriminación y de un patriarcado muy arraigado han creado una enorme brecha de poder entre los géneros en nuestras economías, nuestros sistemas políticos, nuestras empresas y nuestra cultura.
Este hecho nos afecta profundamente a todas y todos y es un obstáculo para resolver muchos de los desafíos y amenazas a que nos enfrentamos, desde lograr una globalización justa que funcione para todo el mundo hasta poner fin a la epidemia de violencia contra las mujeres y construir sociedades pacíficas y seguras. También debemos acabar urgentemente con la brecha digital de género que amenaza con afianzar la desigualdad de género en las sociedades y economías en los decenios venideros
Dado que las mujeres siguen ocupando solo una cuarta parte de los escaños en los parlamentos de todo el mundo, la representación política es la prueba más clara de la brecha de poder entre los géneros. Por ello, la paridad de género en las Naciones Unidas es una de mis principales prioridades, que ya ha llevado al logro de la paridad en las categorías superiores del personal, dos años antes de lo que habíamos previsto. En el futuro, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que las mujeres estén representadas en todos los ámbitos de toma de decisiones en las Naciones Unidas, incluidos los procesos de paz. También abogaré ante los Estados Miembros por la derogación de todas las leyes discriminatorias, por la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas, por una mayor protección contra la violencia y por unas economías más inclusivas.
La igualdad de género es un medio de redefinir y transformar el poder que producirá beneficios para toda la humanidad. Es hora de dejar de intentar cambiar a las mujeres y de empezar a cambiar los sistemas y los desequilibrios de poder que impiden a las mujeres alcanzar su potencial.