La Libertad, (provincia de Santa Elena, Ecuador). Cada día al levantarse da gracias a la vida, y sin importar el sol o la lluvia, empieza a “luchar y dar guerra”. Con un pico y un gancho desde las 6 de la mañana hasta las 4 de la tarde jala la basura, selecciona cartón, hierro, vidrio o plástico y lo convierte, al final del día, en un plato de comida y educación para sus tres hijos.
Miguel Miranda es reciclador de base y junto a su pareja lleva más de 20 años limpiando el mundo. Ambos dicen que en los rellenos, donde trabajan, han encontrado de todo, desde dinero en días buenos, hasta pomas con líquidos burbujeantes que queman lo que tocan a su alrededor.
En esas grandes montañas de basura se esconden riesgos que ponen en peligro el futuro de Miguel, su familia y el de la comunidad. Solo en 2019 en el relleno sanitario de La Libertad se registraron 45 incendios ocasionados por la acción humana o por la concentración de residuos y altas temperaturas, de los que se liberaron contaminantes orgánicos persistentes no intencionales. Situación que se agrava frente a la presencia de productos altamente tóxicos (mercurio) como luminarias, termómetros, así como contaminantes orgánicos persistentes presentes en envases de plaguicidas; provocando problemas de salud, desde alergías hasta enfermedades mortales como el cáncer o afectaciones al sistema nervioso central; y también contaminación ambiental, en el aire, suelos y aguas superficiales y subterráneas.
Como respuesta a esta problemática, el Ministerio de Ambiente y Agua del Ecuador (MAAE), a través del Programa Nacional para la Gestión Ambientalmente Adecuada de Sustancias Químicas en su Ciclo de Vida y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), trabaja para mejorar la calidad de vida de familias como las de Miguel y contribuir al cuidado del ambiente. Por un lado, impidiendo que este tipo de químicos terminen en rellenos sanitarios junto a la basura común; por otro, promoviendo en lo posible, una economía circular, es decir, que se aprovechen los recursos reduciendo, reutilizando y reciclando; y finalmente, mejorando las condiciones de salud y seguridad de las y los recicladores de base.
Como herramientas para ayudar en esta labor, el Programa ha generado y socializado la (1) Guía para la gestión adecuada de plaguicidas; (2) la Guía para productos con mercurio añadido; y la Guía (3) para reducir contaminantes orgánicos persistentes no intencionales en los sectores productivos del país.
Por otro lado, desde los ámbitos agrícola, eléctrico y de salud del Ecuador, que habitualmente manejan estos desechos, se ha contado con una amplia participación en las sesiones de capacitación y sensibilización.
Estas actividades cuentan con el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y se complementan con el apoyo del gobierno local de La Libertad por medio de una inversión conjunta que busca mejorar la gestión integral de residuos sólidos en este relleno sanitario.
Miguel, dice estar comprometido con las actividades que se proponen realizar, y lleno de esperanza, dice que solo si todos y todas ponen su granito de arena, él podrá mejorar sus condiciones de vida y lograr su meta: “tener a su familia completa y sana, trabajando por el bien común para que sus hijos se sientan orgullosos de su madre y su padre”.